Atardeceres



Taller de escritura creativa
Jhony Gallego
Los deseos se cumplen con el fin de que se perpetúe el suplicio de la desesperanza. Margaritte Yourcerner
Sí, he
hecho esto en dos horas, pero he trabajado años para poder hacerlo en dos
horas.
Vincent Van
Gogh
Tener todo el asombro dispuesto a enfrentar el mecanismo de la flor que
abre sus pétalos al volátil emisario del deseo.
Pablo Montoya
PRESENTACIÓN
Contiene,
el siguiente compendio de escritos, una serie de ejercicios resultado de
procesos de creación escrita realizados en el curso de práctica 8. Algunos de
los ejercicios y escritos originales fueron modificados por parte del autor.
La
escritura, en este caso desarrollada de manera creativa, ha sido el vínculo que
como sociedad nos ha mantenido comunicados, pero cuando sus fines son estéticos
y artísticos y echamos de la mano ejercicios que la procreen de manera distinta
sin que en ella no se obtenga otro beneficio que el del disfrute, las manos del
escritor deben estar entonces en sintonía con lo mágico, con lo fantástico y
con lo poco probable.
Invitamos
al lector, si es que lo hay, a ver lo fantástico no solo en estos ejercicios
sino en los que a merced del lector queden latentes, incluso destruyéndolos,
para dejar en su lugar algo mejor.
Mi cuarto en Arlés
Mi
vida, al igual que mi cuarto, convertidos en un desorden son un llamado a la
locura
Mi
existencia es un alba de penumbra, un ocaso de ríos muertos que circundan mis
brazos
En
mi morada toda la culpa y el terror del mundo habita
Y
en mis cartas famélicas una hambruna de gloria recito al hermano impávido que
no ha venido a verme
Mi
vida es un compendio abstracto al que mi
arte nunca apunta
En
mis tardes y en mis instantes de tribulación un gajo de esperanza queda cuando
en el tintero todavía hay oleos y en mi cabeza se yergue una nueva imagen para
llevar al lienzo
Pero
recuerdo que nada o poco me queda cuando estas
manos expulsan arte y solo recibo risotadas blasfemas que me dejan atrapado
en el rincón siniestro del mundo
Y
eso que yo quiero y eso que en mis sueños se repite como imágenes en formas de
remolinos circundantes nunca tendrá cabida en el arte de este tiempo
Los
días se van tragando mi arte y yo, por la hendija del mundo, triste y aterrado
solo consigo contemplar el caos que se avecina, el hombre que espera la
humanidad del mañana
En
mi tristeza y en mi afán, una última carta queda, un último combate queda y en
este cuarto –donde reuní todo el dolor del mundo- un testamento de arte dejo,
de ese arte que siento evaporarse en el ritmo silente de mi respiración.
Parodia
He llorado lo indecible He
muerto y es terrible
Por
ser de tu amor el dueño y pensé que solo era un sueño
Y por realizar un sueño pero de mis pesadillas no soy dueño
Que tal parece imposible volver a vivir no creo que sea posible
Te
creo tan infalible me creía invencible
Como
el dios de la pasión hasta que la muerte fue mi canción
Vives
en mi corazón yo no creo que hay oración
Linda
azucena del prado mi
corazón se ha parado
Y
de ello se ha enterado
y mi suerte abandonado
Solamente
el día pasó hay que triste situación
Dame
un besito de amor
Dime por qué Señor
Ángel
de mi porvenir
me vine yo a morir
Y
no me dejes morir si yo quería vivir
Entre
amargura y dolor si eres tu mi administrador
Hermosa
y fraga ante flor Precioso y hermoso color
Hechicera
y seductora
de tez adivinadora
Tú
serás mi servidora
donde estará la calculadora
Cuando
el amor te desborde la parca llamada muerte
Al
escuchar los acordes cuando al alma su hora llegue
De
mi guitarra sonora en
la oscuridad atronadora
Hasta
que haya conseguido hasta que me haya convertido
La
esencia de tu querer
en esqueleto del ayer
Estaré
linda mujer
volverá
al anochecer
En
tinieblas sumergido
en
espanto convertido
Sé
que dios te ha conseguido
Sé que he venido
Belleza
conmovedora sin prisa y sin demora
Tú
eres la consoladora más cuando llegue la esperada hora
De
mi larga soledad
esta hermosa parquedad
Y
mi alma en penalidad
será solo una banalidad
Sabe
que tú eres su aurora que vendrá como una espora
Te
adoro mujer divina
te espero muerte adivina
Porque
en realidad yo pienso y lo siento y me pongo tenso
Que
de mi dolor inmenso que este rato lo pase ileso
Tú
tienes la medicina luego que
se apague mi retina
No
me lleves a la ruina
Y
alivia mi situación mejora mi condición
Que
he derramado un millón porque ya he mojado un millón
De
las grimas en mi colcha
de
veces en mi colcha
Al
pensar que eres la antorcha porque de esta tremenda locha
Que
alumbra mi corazón todo fue solo
alucinación.

Eran
cerca de las dos de la tarde y a esa hora en Cartagena el calor se convierte
como en una especie de gelatina etérea que viaja alrededor tuyo. La bulla
comenzó desde dos cuadras adelante y ligeramente fue llegando a nosotros las
voces que pedían atrapar un ladronzuelo, detrás de ese alguien que no podía
ver, venían unos policías mozos, de los que, como medio de defensa y
protección, sólo utilizan con la tonfa. Entre la multitud del pasaje se le
abrió paso al ladronzuelo que sólo provocaba risa al ver la escena: los jóvenes
gendarmes con cara furiosa detrás de un diminuto hombre que llevaba en sus manos
una fruta que al parecer había hurtado del mercado. Yo solté a mi madre del
brazo y fui al igual que otras personas para ver en qué paraba todo. El
hombrecito, que era conocido entre los comerciantes con el nombre de Agapito,
logró entrar a una heladería. Los policías intentaron entrar, pero, las damas
que atendían, no lo permitieron y pidieron una orden, cosa que era imposible y
por ello desistieron de entrar, peo se quedaron fuera y observando los
movimientos al interior del local y el sospechoso no salía. Ya cuando eran
cerca de las seis y el sol empezaba a sumergirse en el mar, los policías
notaron que llegaba una ambulancia y una patrulla; el cuerpo del enanito
congelado salía vestido por una manta blanca, de las que llevan los cadáveres.
Tremendo,
si esa noticia no sale en la prensa, mi madre no me creería y hasta me hubiera
castigado por andar de desocupado y metiéndome en lo que no me importa.
The
sinner
Lo
más seguro es que todo esto sea un pecado, que tal vez no seamos pecadores,
sino que el pecado existe y ya. Las palabras sirven mucho para explicar las
cosas, pero hay cosas que, por más que se pretenda, ni con palabras se pueden
explicar. La culpa es algo con lo que debemos cargar, estamos como amontonados
de culpas y tanta culpa lo va volviendo a uno un poco violento, un poco
esquizofrénico, un poco demente, tal vez no podamos tener tiempo para
detenernos a mirar qué queremos hacer con el día que empieza en nuestra mirada
y atravesamos inhóspitos parajes urbanos donde no concatenamos el ir y venir de
nuestros pasos por angustiadas aceras. Nos permitimos el lujo de dejar que el
tiempo siga dejando su huella de sensaciones en la retina del recuerdo. Que si
la Nena tuvo problemas en su infancia o si es una activista política o
feminista, eso ya no importa, al chico nada podrá devolverle la vida. Tratar de
mistificar el hecho de que la joven simplemente, por una acción mediada por el
destino hizo lo que hizo, porque allí no hubo obra personal, todo fue el
destino, sí, así tenía que ser, lo más seguro es que ya estaba escrito que en
ese parque y a esa hora el joven moriría apuñalado y ya. Dejemos los trámites,
dejémosla con su dolor, dejemos a su familia y dejémonos de historias
moralistas, acá pasó lo que tenía que pasar y ya.
El
asesino
He
muerto por mirarla
Por
haberla descubierto bella y esculpida de un aliento inmaterial
He
muerto por que sus ojos desde el punto equidistante en que se encontraban
chocaron con los míos como carros que viajan por vías perpendiculares y su
colisión catastrófica solo trae Caos
Morí
la vez que mis ojos entraron en el oscuro espejo de su destino adormilado en la
intemperie de los días que signaron su soledad
He
muerto desde entonces cada vez que recuerdo su mirada que se va alejando por un
camino al que nunca podrá entrar
He
muerto en las letras que desde esta vida fantasmal me atrevo a escribirle
Quizá
por eso y por nada más escribo, porque sin ojos, sin espíritu y sin aliento solo
soy un fantasma apresado en sus ojos, en sus recuerdos.
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