miércoles, 10 de julio de 2019

La familia, la propiedad afectiva y el amor


La familia es la primera forma de acercarse al mundo que tiene el ser humano. Es el lugar donde se vivencian una serie de fenómenos a través de las relaciones que constituimos y en las que hacemos gala de una serie de conductas que solo podrían ser de nuestra especie.
El individuo se constituye, en gran medida, a raíz de la relación que enfrenta en su entorno parental, el cual crea un vínculo a través de la vida. La constitución de un individuo se da a través de tres esferas. En la del instinto, encontramos la familia como espacio para la protección y donde se provee el alimento; en el plano emocional es el espacio de abrigo y acogida, donde los sentimientos y las emociones primeras dela vida están ligadas. En el plano racional, la familia es el lugar donde las reglas son claras y estables y se convierte esto en una forma de funcionabilidad social a pequeña escala; otorga la posibilidad de vernos y pensarnos como comunidad  y establecer unas formas lógicas para su funcionamiento.
Hablar de familia en el tiempo de hoy, no solo es hacer referencia a una tendencia única y nuclear, pues las vicisitudes de la vida no permiten que todos puedan gozar de ese privilegio. En su seno se comienza a alimentar las primeras percepciones del mundo, por lo tanto, brindar condiciones de dignidad y seguridad, así como buena educación, son la base de unas sociedades mejores, que puedan interactuar e medio de las diferencias, respetando al otro y el medio que los rodea, viviendo en armonía. La familia se convierte así en un depositario de la cultura, las tradiciones y costumbres que como civilización o comunidad podamos construir. Su fuerza radica en la exigencia que nos hace mirarnos  y reconocernos como seres dotados de habilidades excepcionales y, en cumplimiento de los  dotes que poseemos, hacer gala, buscando la felicidad y no el éxito.
De la misma manera que la naturaleza nos acoge, abrigándonos como si fuésemos su familia, el individuo también precisa sentirse cobijado y tener en la familia esa seguridad; la familia es entonces un concepto abstracto, un espacio que permite protegernos unos con otros, generar lazos que van más allá de lasnecesidades y la materialidad de las cosas: el afecto, el amor, los sentimientos y las emociones más profundas de la vida residen en el seno dela familia; la protección, la cual no solo puede estar representada en el lugar que nos acoge sino todo aquel fenómeno hace sentirnos comunes al otro, una relación que tiene nuestra especie con el milagro del existir y que solo se vive a través de la familia, gracias a ese prodigio de heredar La Vida.
La familia, sin esa visión estática y convencional, es un entorno que solo puede crearse en una atmosfera de amor; así como la naturaleza nos acoge y nos deja ser parte de su familia, debemos comprendernos a nosotros mismos como miembros de una familia universal; la creación es entonces el hábitat en el que todos vivimos, como miembros de una misma familia, por tanto debemos aceptar al otro como uno igual en su condición humana, pero completamente diferente desde la forma cómo percibe e interpreta el  mundo.
La familia es un  escenario que mantiene  la memoria y la cultura de los pueblos, su relación con el individuo no solo es material sino también simbólica, es una conexión generada por la relación/unión que se da de manera espontánea;  es como un árbol  y el individuo es solo uno de los brazos que sale de alguno de sus ramales, y todos en su conjunto, unidos, le  permitimos vivir y generar un ecosistema donde aves, reptiles e insectos podrán tener resguardo y alimento.Todo ello es casi un espejo de la familia; con la complejidad  y abstracciones propias de su esencia, permite al individuo aflorar y hacer vibrar su espíritu al ritmo del creaor que nos contempla como una inmensa familia, dignos todos de sus justos beneficios.

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