La realidad Latinoamérica,
solo puede empezarse a construir como una propiedad inherente e idiosincrática
luego de siglos de asentados en el continente. Para nosotros los
latinoamericanos despertar del hechizo de la colonia y consolidarnos como
pueblo que mira al mundo con ojos que tiene ciertas similitudes ha sido un
logro del arte. Nuestros intelectuales del siglo pasado pretendieron conocer y
explorar eso que llaman el latinoamericanismo. En ello nuestra extensa
literatura ha sido una gran ayuda, denunciando, exponiendo y sobretodo haciendo
un poco de memoria antes que los ritos salvajes del capitalismo devoren el
relato que nos ayuda a comprender las fuerzas metafísicas y materiales que
dieron contenido a este Edén devastado.
Las realidades
sociales se esconden bajo las triquiñuelas del poder económico y político, su
cotidiano acontecer no permitir mirar la maraña que le compone y el absurdo en el que son engendrados;
hoy, cuando Latinoamérica se debate entre el progresismo y la derecha a
ultranza, es cuando más valioso resulta rememorar la importancia que el cine
(producto del mestizaje cultural) ha tenido en la identidad del subcontinente.
A través de un muy
breve análisis de tres icónicas películas se analiza la importancia de nuestro
cine en el denuncio y la reproducción de nuestros arraigos culturales.
En La ley de
Herodes (Mèxico), por ejemplo, se evidencia
(ambientado en la ruralidad) los problemas del abandono social, la
corrupción monopartidista, el gamonalismo y la deshonestidad política (abusos y
atropellos). Una rica historia que relata lo que ocurre en nuestros campos
latinoamericanos, una copia real del manejo político que tienen las regiones
más apartadas de nuestros países.
En la estrategia
del caracol (Colombia) se observa la situación del desplazamiento urbano. El
desarrollo de las capitales latinoamericanas ha dejado cientos de miles de
personas en la calle. Ésta película, con mucho humor e ironía relata la
sabiduría y malicia de nuestras comunidades marginales, la forma cómo tienen
que hacerle frente a su despótica situación y las calamidades sufridas en una
urbe donde sus habitantes son fantasmas anónimos.
La noche de los lápices (Argentina) es una película eminentemente
política. Trata el tema de las desapariciones y veleidades cometidas en la
dictadura argentina, evidencia cómo fue el proceso de desapariciones y con
mucho romanticismo épico retrata las luchas de nuestras juventudes
latinoamericanas por la verdad y los
principios políticos.
De esta manera, y
bajo la mirada de estas producciones, se reconoce al cine de LATAM como una
forma de reconstruir y evocar la idiosincrasia en escena de la cultura
latinoamericana, donde fenómenos como el capitalismo y sus usos, las
dictaduras, la burguesía, la tiranía política y la modernidad han alimentado
nuestra maquina de imaginar y proyectar la realidad palpitante que nos
circunda, como una forma de no olvido y de anticiparse ante lo que se avecina.
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