RELATORÍA SOBRE LA OBRA EL PRÍNCIPE DE MAQUIAVELO
El
presente texto busca exponer la Obra El príncipe de Maquiavelo, donde las
relaciones de poder y el análisis de cómo mantenerlo brindan al gobernante una
visión de la posibles estrategias o herramientas que le pueden ser útiles para
su gobernanza. Es así como las relaciones de conquista y dominio de pueblos,
ejercidos por quienes están a cargo del poder, tienen en el presente texto las
raíces de cómo los estados controlan desde múltiples sofismas, estrategias y
técnicas de persuasión a la población que tienen bajo mando. También las
relaciones con otros pueblos, como adhesiones, colonización territorial y
económica, formas de consolidar su poder mediante el relacionamiento con otros
estados, son configurados desde la necesidad del poder y dominación, el
monopolio de éste y las formas de generar riqueza para consolidar su
supremacía.
El
texto tiene su origen en una especie de tratado, el cual no nace como tal, sino
que a lo largo del tiempo su teoría se va consolidando y se convierte en un
derrotero de muchos gobernantes con el objeto de preservar el poder, parece una
receta para conservar el poder.
Sin
ánimo de entrar en exageraciones, dichas técnicas han sido adoptadas por
sistemas despóticos y autoritarios que controlan desde el hambre y la violencia
de Estado a sus ciudadanos y a estados mas débiles. Realiza un paneo histórico
por diferentes hechos e hitos que crearon nuevos paradigmas en el ejercicio del
poder de un Estado hacia el pueblo y de un Estado a otro.
Así
mismo, elementos como la demagogia, los discursos opresores camuflados, la
teoría del pan y circo, la apariencia por encima de la realidad, hacen parte de
un sinnúmero de elementos que caracterizan las acciones que desde la mirada del
autor deberían emprenderse para que un líder conserve su poder.
En
lo referente a la colonización cultural el texto hace hincapié en la forma de
conquistar a través del idioma.
Demostrando cómo imponer una lengua es imponer costumbres ajenas,
tradiciones foráneas que se incorporan abruptamente mostrando el poder que una
nación o pueblo tiene sobre otro mediante el sometimiento cultural “puede
leerse con el interés de validar un discurso político concreto, con la
intención de fundamentar meta-teóricamente principios normativos u ontologías
sociales o con pretensiones meta-teóricas estrictas de elucidación interpretativa”
(Rivera, 2014 p.8). Esto señala cómo l ainvasión desde los simbolismos y la
creación de nuevos paradigmas teóricos fecunda dicha forma invadir una cultura
distinta.
Pero
la colonización no siempre es de este carácter, es decir, desde lo simbólico, también
se plantea desde la estrategia militar de invasión como una forma de demostrar
el poder que un Estado tiene en una región que, invadiendo a aquellas naciones
mas débiles, este acto señala no solo la injerencia en territorios ajenos sino también
la posibilidad de respuesta bélica para defender los territorios conquistados. Paralelo
a esto, las manifestaciones de violencia como medio para defender el poder a
través del miedo y el horror es otra práctica recurrente que permite encarar al
enemigo, o al sublevado desde el temor y de esta manera mantenerlo a raya.
En
la obra considera que el hombre es de naturaleza perversa y egoísta, que sólo
se preocupa por su seguridad y por aumentar su poder sobre los demás. Por ello
el príncipe debe recurrir a la astucia, el engaño e incluso la crueldad, sin
olvidar la principal virtud del gobernador: la prudencia. Esta virtud tiene que
estar acompañada de destreza, intuición, tesón y astucia. En caso contrario
debe aparentar tener virtudes, pues la imagen de un príncipe es fundamental
para la relación con sus súbditos (MARTÍN, 2013 p.3)
También
se expresa en el control de los súbditos que están a favor del soberano de
turno, de esta manera se logra planear la forma de coordinar y direccionar las
diferentes dependencias que componen un Estado y de esta manera evitar la
corrupción, el engaño, la usura y demás delitos que van en beneficio del
trabajador corrupto y que no obedecen a los principios del estado.
¿Qué
pasa entonces cuando quien llega al poder lo ha hecho mediante crímenes o por
fuera de la ley? Pues en este estado de cosas, es muy común que fenómenos como
este suceda y que quienes detenten el poder puedan haber llegado por medios
ilícitos y perversos, pero, qué código moral se requiere para juzgar este tipo
de actuaciones si el mismo estado apela al crimen y la muerte, además de medios
no tan legales para lograr sus fines. La discusión de la moral en el texto es
la representación de una sola forma de ver el mundo, a través de los ojos del
poder, mediante el cual inventan cualquier sofisma para lograr sus objetivos
sin importar los medios para ejecutarlo. “Para Maquiavelo el discurso de la
moral no lleva a ningún sitio porque no es real” (MARTÍN, 2013 p.4). El sentido
de la moral no corresponde entonces a un concepto general sino mediado por el
poder y el dominio y su preservación.
Cosa
que no ocurre en el principado de carácter civil donde el soberano ha sido
reconocido legítimamente y su llegada al poder se da por medio de los
principios reconocidos por un Estado como una forma legal de llegar a tal. “Resulta
evidente en El príncipe que no interesa directamente al autor el bien común ni
cuál sea la organización del Estado mientras se encuentre bien ejercido el
poder” (Schenoni, 2007 p.5).
Los
estados que se rigen con una alta predominancia a la hegemonía liderada por la
iglesia es otra forma de gobierno en la que se expone cómo la religión. Un
modelo de Estado ordenado y dirigido bajo presuntos principios divinos,
convirtiéndose esta en una forma de gobierno que centra su poder en lo
religioso y desde allí los dictamines morales y éticos son regidos por lo
principios de la fé puesta en Dios.
La subordinación religiosa tiene sobrados
ejemplos históricos en las relaciones sociales. Cuando esta concepción
prepondera, los líderes serán quienes tengan una mayor conexión con los dioses,
ya sean chamanes (en las sociedades cazadoras y recolectoras de casi todo el
mundo) o fuertes aristocracias religiosas (Schenoni, 2007 p.7).
Para
concluir debe reseñarse la importancia de esta obra como un estandarte de la
política de su entonces hasta nuestros días y que sus formas, repetidas de
manera constante por gobiernos democráticos y dictatoriales demuestra la
validez y vigencia que posee. Consolidándose a través de la fuerza, la opresión
y la inequidad, elementos que mantienes la distancia social de clases entre
dirigentes y dirigidos.
Referencias
MARTÍN, C. H. (2013).
Las teorías de Maquiavelo y su relación con el pensamiento de otros autores
modernos. Revista de Claseshistoria, 10.
Rivera, J. A. (2014). El Príncipe de Maquiavelo: Desafíos, legados y
significados. Cali: Pontificia Universidad Javeriana Cali Colombia.
Schenoni, L. L. (2007). EL CONCEPTO DE LO POLÍTICO EN NICOLÁS MAQUIAVELO
. Andamios. Revista de Investigación Social, 21.
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